Tintura de Almizcle Kashmir 10% | 1 ml

 

Almizcle de Kashmir – 1990

Cosechado en las tierras elevadas de Kashmir, este almizcle envejecido forma parte de una colección privada del Sultanato de Omán. Su aroma es un vaivén entre la devoción y la osadía: notas polvorientas de cacao amargo, un fondo humano casi carnal, una insinuación de raices de lirio secas al sol.

 

Es achocolatado, polvoriento, animal. Te atrae como un susurro íntimo y a la vez te empuja como un grito ancestral.

 

El Perfil Olfativo del Almizcle de Ciervo: Una Experiencia Sensorial Profunda

 

Cuando hablamos de almizcle auténtico, es imposible ignorar su dimensión olfativa: única, impactante y profundamente emocional. El almizcle de ciervo, especialmente en su forma más pura y envejecida, tiene un aroma tan potente como complejo.

 

Este almizcle de Kashmir tiene un perfil muy achocolatado. Como a sudor. Y como a humanidad. Una descripción que puede parecer contradictoria, pero que refleja a la perfección su naturaleza ambigua y provocadora.

 

A menudo se percibe una sensación polvorienta que remite a los matices secos y aterciopelados del cacao más crudo. Es esa misma textura que uno podría encontrar en una rosa almizclada o en ciertos tonos ambarinos de un oud envejecido.

 

“La sensación se podría describir como achocolatada. Polvorienta. De sudor, de humanidad. Que te lo quieras comer y a la vez te repeles. Un amor-odio puro.”

 

 

Su perfil no es estático. Es muy polifacético. Dependiendo de con lo que lo mezcles, cambia completamente. El almizcle se mimetiza, se adapta y potencia otras notas como si tuviera inteligencia propia. En una composición puede dar calidez animal, mientras que en otra puede aportar un efecto limpio y sensual, como el roce de piel con piel.

 

 

Una Joya para la Alta Perfumería

 

Este tipo de almizcle es extremadamente raro en el mercado actual. Por lo que es un artículo de coleccionista, un ingrediente reservado solo para los perfumistas más devotos o para tiendas con verdadera autoridad olfativa.

 

Por eso, tenerlo en tienda no es solo una ventaja comercial, es una declaración de principios. Es apostar por lo auténtico, lo irrepetible.

 

En perfumería nicho, el almizcle actúa como un “ancla” olfativa. Le da alma al perfume. Lo fija y le otorga longevidad sin apagar las demás notas. Como materia prima en perfumería, es de la mayor importancia, dando fuerza y permanencia a las esencias vegetales con su olor poderoso y duradero, siendo así ingrediente en muchos perfumes compuestos.

 

Una joya olfativa que no se repite, ni se fabrica, ni se sintetiza. Simplemente, existe.