Maderas de Oriente Attar, Aceite Puro
Maderas de Oriente Attar, Aceite Puro
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Un perfume que rinde homenaje a la perfumería de hace un siglo, cuando no existían compromisos ni restricciones a la hora de elegir las materias primas más puras y nobles. Inspirado en esa época dorada, esta creación revive la intensidad de los ingredientes auténticos y la voluptuosidad de lo irrepetible.
En su corazón late una joya perdida en el tiempo: una triple co-destilación de rosa, jazmín y neroli, un acorde con una profundidad casi hipnótica. La rosa aparece empolvada y aterciopelada, el jazmín se muestra denso, narcótico y opulento, mientras que el neroli añade matices casi animales, piel contra piel. Delicados destellos de gardenia atraviesan este núcleo floral, aportando luminosidad y misterio.
La opulencia floral se entrelaza con la materia prima más indómita: un oud de Tailandia que respira tierra húmeda, pétalos marchitos bajo la lluvia, con un frescor mineral que recuerda al pétircor. La base se vuelve densa con la oscuridad terrosa del patchouli de Indonesia y se suaviza con la calidez cremosa de un sándalo de Nepal añejado, envuelto en sutiles matices de cuero curtido.
El resultado es un rezo íntimo al lujo más personal, un perfume que no busca complacer sino desnudar la esencia de lo atemporal: el poder de la materia prima en su estado más puro y evocador.

