Aceite Esencial de Incienso por Destilación Destructiva: El Humo Sagrado Embotellado

 

 

Aceite Esencial de Incienso por Destilación Destructiva

 

 

El humo sagrado, embotellado

 

Lo primero que llega no es una nota, es una visión: el humo elevándose en espiral, denso, azul, como un rezo que flota en el aire. Este aceite no huele al incienso tal como lo conocemos; huele al instante en que la resina toca el carbón encendido. Ese primer suspiro cálido y penetrante, cuando el espacio cambia y todo se vuelve más quieto.

 

La destilación destructiva lleva la resina al límite. No se extrae su aroma: se le permite arder, liberar su sombra más aromática. El resultado es un aceite que es humo puro—seco, oscuro, mineral, con un fondo ambarado que recuerda a piedras calientes y maderas antiguas.

 

Es el eco de un templo en uso, no decorado: uno donde el incienso arde de verdad, y lo ha hecho durante siglos. En él hay misterio, profundidad, una gravedad silenciosa.

 

Aplicaciones olfativas:

 

• Como base, ofrece una estructura ahumada, casi alquímica.
• En perfumes rituales o introspectivos, actúa como hilo conductor.
• En fórmulas secas, ambaradas o resinosas, añade textura y memoria.

 

 

Para quienes buscan la verdad del humo, no su imitación.

Para los que no perfuman el aire, lo consagran.

 

Límite IFRA: hasta 8% en producto final.